Chapter I.

El mito de Viracocha

MITO: Historia fabulosa que explica los fenómenos naturales a través de las acciones de seres supernaturales.

Recuerdo que cuando era pequeño le pregunté inocentemente a mis padres, como lo haría cualquier niño curioso, de dónde venían los bebés. Mi madre hizo lo que muchos padres hacen al ser confrontados con esa pregunta tan complicada. Decidió que yo aún era demasiado joven para hablar de sexo y recurrió al mito de la cigüeña. Según su relato, una cigüeña era la encargada de traer bebés al mundo. Satisfecho con esta explicación, ni siquiera me preocupé por preguntar de dónde procuraba los bebés esta empeñada cigüeña.

En nuestra infancia los mitos ayudan a iluminar la oscuridad del mundo con colorida fantasía. Crecemos y nos enredamos cada vez más en las complejidades del mundo moderno y poco a poco abandonamos lo imaginario por lo concreto. Pero la imaginación nunca desvanece por completo; algunos mitos persisten. A lo largo de nuestras vidas los mitos nos rodean y nos brindan vistas alternativas de los misterios de nuestra realidad, desde el origen del universo hasta el significado de la condición humana. Por esto y otras razones son parte integral de las culturas del mundo.

En esta serie descubriremos nuevas y fascinantes facetas de las culturas latinoamericanas, y lo haremos explorando las riquezas de sus tradicionales mitos y leyendas. Del pasado al presente. De lo tenebroso a lo espectacular. ¡Acompáñenme!

En los andes entre Perú y Bolivia nació un mito sobre el origen de la civilización. Recibió la influencia de varias culturas que compartieron esa área como los Wari y Tiahuanaco hasta que llegó a formar parte de la mitología de los Incas, el último gran imperio de Sudamérica. La tradición dice que en tiempos remotos el mundo estaba en un estado de desorden y de las espumas del lago Titicaca emergió un ser llamado Viracocha. Creó el sol y la luna y los llamó Inti y Quilla. Luego tomó unas grandes piedras y con su aliento caliente les dio vida, creando así a los primeros seres humanos. Pero estos eran torpes gigantes y Viracocha los destruyó con un gran diluvio. Las aguas borraron todo y cuando las tormentas se calmaron y la tierra apareció de nuevo, Viracocha probó nuevamente con unas piedras más pequeñas.

Los humanos formaron pequeñas comunidades pero llevaban vidas ignorantes llenas de dificultades, pasaban hambre y luchaban constantemente por sobrevivir en la naturaleza. Viracocha lloró al ver las penas de su creación y decidió llevarles el don del conocimiento. Emergió nuevamente de las espumas y viajó por todas las tierras compartiendo con sus habitantes las primeras leyes, tecnología y milagros. Les enseñó a cultivar la tierra y criar animales, hacer telares, fundir metales, medir el tiempo y construir grandes templos de piedra. Al final de sus viajes, cuando estaba satisfecho con la armonía que había creado en la tierra, Viracocha desapareció hacia el oeste caminando por encima de las aguas del océano. Pero el mito asegura que algún día, en tiempos de oscuridad, él regresará con la luz.

En la versión Inca, Viracocha crea a una pareja extraordinaria y les encomienda fundar el imperio de los Incas. Cuando el sol, Inti, y la luna, Quilla, se encontraron en el cielo y el día se hizo noche, Manco Cápac y Mama Ocllo nacieron de la espuma del lago Titicaca. Eran bellos y sabios. Él caminó hacia el norte del valle y ella hacia el sur y fueron reuniendo y educando a las personas que formarían el pueblo Inca. Cuando llegaron al valle del Cuzco Manco Capac dejó caer un bastón de oro que se hundió por completo en la tierra y ahí fundaron la ciudad cuyo nombre significa “el ombligo del mundo”.

Si disfrutaron de este mito, síganme la próxima semana. Exploraremos otro tiempo y lugar, pero esta vez a través del lente de una leyenda…